domingo, 1 de marzo de 2015

he vuelto....


Cada vez que llegan estos momentos en que algún/a "iluminado/a" (palabra que viene a cuento, porque ha sido protagonista de una escena tragi-cómica estos días) aparece para decirme qué mal hacemos las cosas y todo lo que no estamos haciendo, o deberíamos hacer de tal o cual forma, me surgen un sinfín de cuestiones, que gracias a que estas personas posicionadas en un escalón mas alto (por elección propia o colectiva) aparecen, me las cuestiono. Y en cierta forma hasta tengo que agradecérselo.
En general, el hecho de cuestionarse hace que todo evolucione, y aunque recuerdo con cansancio a estos agentes que aparecen la mayoría de veces sin que nadie los llame, al final terminan siendo un impulso.
Está claro que nadie va a valorar la difícil situación del/la emprendedor/a extraño/a o externo/a, sin apoyo circunstancial de un contexto que ya tiene aprobados a los que serán tal o cual, o que por ser estos, lo que hacen o dicen es lo que vale o importa.
Ahora bien, la sensación sofocante, ya que el calor que viene desde la víscera mas lejana de tu cuerpo corriendo por las venas hasta la lengua que termina haciéndote vomitar una serie de parrafadas de las cuales luego te arrepientes, llega cuando comienzan las comparaciones con estos "pares", si es que así puede llamársele. A los que les agradezco que existan para no dejarme olvidar que estamos en este mundo de diferencias, para lo bueno y para lo malo, pero que sinceramente no tengo ganas de caer en el análisis comparativo-competitivo totalmente infantil e improductivo. No quiero ser como nadie, quiero ser como soy.
Así que conclusión, seguiremos evolucionando, pero no por mirar al otro, sino por mirarnos a nosotros mismos, que bastante mal hacemos todo y ya lo sabemos. No nos hacen falta "iluminados/as" que nos lo recuerden.




No hay comentarios: