jueves, 17 de enero de 2008

ARTACCION!!



Artacción nace desde una inquietud motivada por la búsqueda de la identidad.
Después de 3 años conviviendo dentro de la cultura europea, mi identidad comienza a ser cuestionada.
Encuentro paralelismos pero también muchas diferencias.
Los países antiguamente colonizados por los europeos, cuentan con un gran porcentaje de población inmigrante. Inmigrantes europeos que viajaron en el pasado buscando un futuro mejor, o escapando de alguna abrupta realidad.
Mucha de la descendencia de estos antiguos inmigrantes (como yo) no encuentran sus raíces tan fácilmente. Muchos de sus familiares y orígenes se encuentran a miles de kilómetros en lugares remotos, infinitamente diferentes a los que habitamos hoy día.
La globalización, que surge en las colonias, hace que mis comidas tradicionales sean las empanadas (gallegas) o la pizza y la pasta (italiana). Tenemos culturas prestadas, apropiadas y readaptadas a nuestros gustos.
Apropiación y adaptación, hoy muy actuales en el campo del arte postmoderno.
Mi búsqueda, o mejor dicho, mi construcción de una identidad como persona está acompañada de la artística. Persona y obra se encuentran íntimamente ligadas, y debido a esta unión, surge la opción de la realización de esa búsqueda mediante acciones concretas no sólo con la exhibición de la obra realizada sino de la manera en que se realiza.
El Arte no tiene fronteras ni nacionalidades.
No hay arte de naciones, sino solo de personas.

Acciones

Artacción propone espacios para pensar, para conversar, para encontrarse entre personas, sean de donde sean, y no necesariamente del campo del arte.
Propone interacción, comunicación, espacios de trabajo y realización.
Conexión.
Artacción se mueve, traspasa fronteras y deja huellas.

jueves, 10 de enero de 2008

La música en el Arte - Kandinsky

En la música el arte abstracto por excelencia, Kandinsky encontró lo que su genio artístico en formación estaba ya buscando: la abstracción. En la obra wagneriana se hacia realidad, además, el sueño romántico de la obra de arte total, la fusión, en una única representación, de artes, géneros y estilos diversos para lograr una obra maestra que contuviese poesía, pintura, música, danza….
El arte debía ser la representación no solo de la realidad exterior, sino sobre todo de la interior: “Partíamos del supuesto de que, además de las impresiones recibidas del mundo exterior y de la naturaleza, el artista recoge experiencias también del mundo interior”.
El particular universo cromático wagneriano proporcionó a Kandinsky una de sus primeras y más intensas experiencias sinestésicas, durante una representación de Lohengrin en Moscú: “los violines, los contrabajos, y muy especialmente los instrumentos de viento personificaban entonces para mí toda la fuerza de las horas del crepúsculo. Mentalmente veía todos mis colores, los tenía ante mis ojos”. Al igual que Scriabin, el pintor se interesó más en la disonancia de color y música para evocar esas percepciones que producían emociones más intensas en la degustación del arte. Las sinestesias de Kandinsky poseían gran sensorialidad, presentándose tanto a nivel visual, como acústico y táctil. A sus más ambiciosas obras las llamó Composiciones, lo que probablemente conlleva una metáfora musical. A través de ellas intentó ejercer sobre el espectador un impacto como el que podría sentir con la música. Las teorías tonales de Scriabin van parejas a las de Kandinsky y ambos pretendieron encontrar equivalencias entre sonido, color y sentimiento. La música de Schoenberg trazaría un paralelismo nada casual con la obra pictórica de Kandinsky: el cromatismo libre, la disonancia no resuelta y el posterior modelo dodecafónico fueron transformaciones hondas de la música que firmó a su manera Kandinsky en las artes visuales. La constante referencia a la música y a la metáfora musical en su obra De lo espiritual en el arte parte de estas teorías y experiencias que aúnan forma, sonido y color.
Una parte fundamental del texto Lo espiritual en el arte esta dedicada a la relación establecida entre estímulos cromáticos y reacciones psicológicas, esto es, la posibilidad de suscitar sensaciones en el espectador mediante un determinado uso de colores.
En la elaboración de este tipo de psicología de los colores, Kandinsky fue influido sin duda por una larga tradición literaria sobre el tema, que va desde la Teoría de los colores (1810) de Goethe hasta las sugestiones simbolistas contenidas en el celebre soneto de Rimbaud titulado Vocales (1871).
Según Kandinsky, los colores tienen un sonido interior que “se asemeja al sonido de una trompeta”; los colores como el blanco y el amarillo hacen la obra luminosa, mientras que el azul y el negro transmiten una sensación de dramatismo y de “tristeza atormentadora”. El rojo se caracteriza por ser un color “ilimitado, típicamente cálido” e “interiormente posee el efecto de un color muy vivaz e inquieto”, mientras que el amarillo esta lleno de energía, pero con un “carácter despreocupado”; el azul es, por el contrario, el “color típico del cielo”, de lo sobrenatural, hecho de transparencias y de vertiginosas profundidades. Luego tenemos la quietud del verde, la inmovilidad del gris, la tristeza del violeta, y luego los colores del silencio… El silencio primordial del blanco, que coincide con “la nada antes del origen, antes del nacimiento”, y el silencio trágico del negro: “Como una nada sin posibilidad, como la muerte de la nada después de que el sol se haya apagado, como un eterno silencio sin futuro y sin esperanza, resuena dentro de nosotros el negro”.
Algunos colores, además, son potenciados por determinadas formas y debilitados por otras. Los colores vibrantes, por ejemplo, “se intensifican si se les sitúa dentro de formas agudas (por ejemplo el amarillo en un triangulo)”, mientras que los colores profundos “son reforzados por las formas redondas (el azul, por ejemplo, por un círculo)”.
Es solo con esta psicología del color como se pueden llegar a comunicar contenidos espirituales a través de medios visuales, para llegar a establecer un contacto directo con el alma del espectador, que no debe dejarse distraer por la vana búsqueda del sentido, sino que debe dejar que “el cuadro actúe sobre él”. La atención pasa, pues, de la expresión del artista a la percepción del espectador, al cual se propone un viaje al reino de lo imaginario, a los meandros de la psiquis, al mundo del inconsciente.
El color es para Kandinsky, por lo tanto, “un medio para influir directamente en el alma. El color es la tecla. La vista es el macillo. El alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la mando que, tocando esta o aquella tecla, hace vibrar el alma”.

Prof. Helga María Massetani

El color de los cuerpos

1 - Composición de los colores

El color de los cuerpos viene determinado por los siguientes factores básicos:

-El color local o el color propio
-El color tonal dado por los efectos de luz y sombra
-El color reflejado

1.2 Color Local

El color local es el color propio y especifico: el rojo de un tomate, el amarillo de un limón, el verde de una manzana verde. Un color que siempre existe pero que es más evidente cuando los cuerpos reciben luz frontal, ya que es más difícil ver las sombras y juegos de luces y los colores que estos crean.
La resolución de los cuerpos exclusivamente con el color local fue un estilo iniciado por Manet, que predomino en general con los impresionistas pero que triunfo con los fauves, que pintaban colores locales, saturados, planos.

1.3 Color Tonal

Cambiando la dirección de la luz, de frontal a lateral, aparece el color tonal promovido por los efectos de luz y sombra. Aparecen facetas mas intensas porque reciben la luz con mayor intensidad, y otras menores ya que se hallan en mayor o menor oposición respecto a la dirección de la luz. También pueden recibir la influencia de otros colores de otros cuerpos que estén reflejándose por estar próximos al objeto.
Entonces, el color tonal es una variante en mas o en menos del color local o propio, influido, generalmente, por la luz y el reflejo de otros objetos.

1.4 Color reflejado

Aquí es donde entra el color reflejado.
La luz que llega al objeto que se encuentra al lado del objeto modelo es rebotada y reflejada en parte en la sobra o en los medios tonos de nuestro modelo.
Por otra parte, la luz reflejada puede actuar como una fuente de luz complementaria. Esto es factible en la mayoría de los casos en que el modelo recibe la iluminación a contraluz.

Prof. Helga Maria Massetani