domingo, 24 de febrero de 2008

ARCO 08

En principio tengo que afirmar que poder formar parte como público crítico de esta importante feria internacional de Arte que se realiza anualmente en Madrid fue gratamente importante para mi.
Independientemente del arte que se muestre en esta feria, tener la posibilidad de ver qué presentan las galerías, qué están haciendo los artistas en el mundo y qué indiscutiblemente grandiosas son las obras de los artistas consagrados, para mi ha sido memorable.

Luego, después de una semana de haber asistido a este tan ansiado evento entre los que estamos viviendo del arte, puedo reflexionar sobre algunos aspectos de ARCO 08.

Para empezar, ARCO es una feria internacional de “galerías” de arte. Este año la propuesta ha sido de 224 galerías, de las cuales 157 fueron extranjeras y 67 españolas.
Lo que nos brinda un acercamiento al arte pero no significa que sea el reflejo exacto del arte que se produce hoy en día en el mundo.
Tan sólo podremos ser espectadores de una parte de las corrientes hegemónicas en el arte actual.

Por otro lado, he deducido que aunque en muchas instituciones artísticas se pugne constantemente por las nuevas tecnologías, los media arts, las performances, las vanguardias tecnológicas (que ya no son vanguardias), lo que más abunda hoy en día en Arco, y en las galerías de arte internacional que lo representan, es la fotografía, la pintura, la escultura y el ready made. Y quisiera agregar que he visto una muy amplia exhibición de fotografías, siendo, a mi punto de ver, la especialidad artística que más se ha expuesto durante esta feria, permitiéndonos así, ver muy buenos trabajos, de gran calidad.
Otro aspecto que me parece interesante de comentar es el público al que está enfocado este evento. Considerando de que dura cinco días, dos (ósea el 40 %) está dedicado a la prensa, invitados especiales, galeristas y compradores. Y el resto, está dedicado a éstos, y también al público en general que pueda pagar 32 euros para entrar. En mi opinión esto no incluye ni estudiantes, ni artistas fuera de la corriente hegemónica, ni apasionados por el arte que no tengan cierto estatus económico. Por otro lado me pareció muy curiosa la presencia de una zona VIP, a la cual no he podido ingresar y por esto no podré hacer ningún comentario al respecto, pero todavía me cuestiono su existencia.
He notado también la presencia de gran cantidad de galerías alemanas, siguiendo las inglesas, suizas, norteamericanas, portuguesas y coreanas. Estas últimas presentando muy buena propuesta de artistas contemporáneos.
Con respecto a las galerías sudamericanas, evidentemente ha resaltado la presencia de las galerías brasileras, debido a que éste era el país invitado y que su presencia se ha hecho notar con notables exhibiciones, pero del resto de los países sudamericanos la presencia ha sido casi inexistente, quizás porque es considerablemente costoso participar y trasladar obras y artistas desde Sudamérica hasta Europa. Y lo mismo respecto a las africanas. Pero éste es un punto flojo de ARCO como evento de arte internacional, ya que sólo estaba presente en su gran mayoría los países, como siempre, más desarrollados.
Con respecto a la calidad de las obras tenemos 3 aspectos.
Por un lado, contamos con la presencia de los artistas consagrados que se llevaban gran parte de mi atracción y a mi punto de ver, opacaban bastante a los más actuales, jóvenes y emergentes. Los artistas consagrados, Appel, Tàpies, Valdés, Saura, Feito, Picasso, Miro, evidentemente por algo lo son.

En segundo lugar, encontramos un nivel muy alto en cuanto a estética y calidad respecto a los artistas emergentes, tanto en fotografía, video, instalación, pintura, collage, escultura.



Y en tercer lugar, tenemos a los excéntricos de siempre. Que intentan llamar la atención, despertar el interés o la curiosidad en la gente. El toque de color, humor o rabia que siempre tienen este tipo de eventos. Y cuando vemos la presentación de este tipo de obras, ya sabemos de qué se va a hablar mañana. En la historia del arte se ha repetido este sentimiento de escepticismo al ver trabajos que no encajan en nuestra valoración y comprensión de objetos de arte, y como ven, seguirá pasando a través de los años. Aprendamos a acostumbrarnos y convivir con ellos. Estamos transcurriendo dentro de la posmodernidad, en la que todo vale.
Seamos abiertos y dejemos ser a nuestro par.





Performance – Miércoles 13 de Febrero 2008